Hoy, con una vasta afluencia de público, un 99,9 %, ya que solo ha faltado Manel que estaba en su pueblo, hemos celebrado un nuevo meeting-lunch en el aula de primero. En esta ocasión todo ha transcurrido de forma más ordenada: Oriol y Carla Folch se han encargado de los cobros, Rubén y Àlex de la basura, no sé quién de pedir servilletas, Albert omnipresente. Esta vez Arnau&COmpany no han conseguido derramar Cocacola. Este mérito se lo podemos atribuir a Judit, que ha mojado una mesa. Pero eso sí, todo ello lejos de las inundaciones del día anterior. Los primeros minutos de la hora de Inglés han servido para pagar las pizzas. Tuve que llamar de nuevo a la pizzería porque faltaban algunas bebidas.
Esta vez el pizzero, que llegó a las 14,10, vino con coche, así que ya no tendrá que hacer dos viajes con la moto como la última vez. La comida duró lo que dura una exhalación. En el maremágnum de voces se percibían sultilmente melodías de Enrique Iglesias. Algunos alumnos/as me hacían peticiones musicales en la ingenua creencia de que se iban a oír.
Gracias a haberles vuelto a explicar que saldríamos al patio solamente a partir de las 3 no han sido más de 20 los que han venido a preguntarme si podían salir al patio antes de esa hora. Al menos esta vez han recogido las mesas.
Partidillo de fútbol aprovechando que el patio es solo para nosotros.
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